Читать книгу Cuentos de Asia, Europa & América онлайн | страница 46

Si corro demasiado puede que también me maten y escondan mi cuerpo.

J. se mete al escáner.

Camino apresurada.

Primero un brazo. Luego completo. Ya no busca mi mirada.

Entra completamente al escáner.

Me da la espalda.

Se abre como una flor frente al escáner.

Levanta las manos y abre su pecho para que le vean el interior del cuerpo.

Me acerco rápido a la línea de controles.

J. abre su pecho entero hacia el escáner.

Alguien le ve las placas de titanio de su corazón.

Alguien le ve su corazón.

Voy a cruzar las barreras.

Alguien le ve completo su corazón.

No sé qué pensarán de sus placas.

Alguien ve sus placas antes que yo.

Baja sus brazos lentamente.

Sale del escáner.

Ahora camina apurado hacia la sala de embarque.

Ya no cruzamos la mirada.

Ni siquiera se devuelve para decirme chao con la mano.

Desaparece.

Dejo de sudar.

Tomo el camino de regreso.

jfk

Air Train

Metro

Sutphin Blvd.

121 St.

111 St.

104 St.

Woodhaven

Llevo el casco de fútbol americano en mis manos.

Vuelven las imágenes de la infancia de J. en un hospital.

Que alguien le incrusta esas placas.

Recibo un mensaje de texto. Ya estoy arriba del avión.

En la sexta estación de metro me acuerdo de mi infancia. Que corría y si me caía me recuperaba pronto.

En la séptima estación intento conectarme a la red del metro.

En la octava estación del metro ya me siento tranquila.

En la novena estación ya me siento feliz.

La vida parasitaria

david miklos

méxico

Llevaba días sin decir una palabra y el corazón

me estallaba de gritos y de rebeldías contenidas.

Albert Camus, «Con el alma transida»

en El revés y el derecho

Tal forma de crítica, al desconocer lo negativo

que está en el corazón de su mundo,

no hace más que insistir en la descripción de una especie

de excrecencia negativa que parece inundar

desagradablemente la superficie,

como una proliferación irracional de parásitos.

Guy Debord, La sociedad del espectáculo

La voz de los cerros

Antes que nada, la ciudad, allí, desparramada en el valle, al pie de los cerros, trepada en sus faldas, imparable en su desbocado crecimiento: una evidente ausencia de trazo urbano, la ciudad desbordada tras su fundación.


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