Читать книгу Cuentos de Asia, Europa & América онлайн | страница 33
Entonces, Dharmaraj se irguió aún más y resonó por doquier su voz, profunda y melodiosa:
—¡Señor profesor! Tenemos ya los resultados. Volverás a nacer en la Tierra: tendrás una nueva vida. Nos complace anunciar que la forma que adoptarás no será otra que la de un hombre.
El profesor Suraj Prakash se sentía extático. Pensó: «Ni Suraj Prakash abandonará a su querida Tierra, ni la Tierra dejará a Suraj Prakash... pero no tengo idea de qué planes haya para Shaama».
De inmediato, volvió a alzarse la voz de Dharmaraj:
—Profesor, queremos darte otra buena noticia: en tu nueva encarnación, habrás de casarte con quien tú desees. Habla ahora: ¿quién es la elegida? Nómbrala, y tu deseo habrá de realizarse este mismo día.
«Quisiera besar la boca de Dharmaraj», pensó el profesor, abrumado por la dicha.
—Manifiesta lo que tengas que decir —instó Dharmaraj.
—Maharaj, sólo ella. ¡Nadie más que ella!
—¿Quién es ella: el jardín o el monte? —se mofó Dharmaraj.
El profesor se sintió desconcertado. Le rogó:
—Maharaj, ella,2 solamente: mi Shaama, mi esposa. ¿Quién más?
—¿Ése es también el deseo de ella? Debemos verificarlo.
—Pero, maharaj, ¿hace falta verificarlo siquiera? ¿Cuándo fue ella capaz de negar algo que yo determinara?
—Necesitamos consultarle el tema. Ella está justo aquí.
El profesor estaba fascinado. Dharmaraj señaló a uno de sus servidores, quien al instante trajo a Shaama del salón adyacente y la presentó ante su señor.
—¿Reconoces a esta persona? —preguntó Dharmaraj a Shaama.
Ella estaba un poco aturdida y miraba en torno suyo, sin hablar. En su pensamiento difuso no atinaba a saber cuál era el tema que les ocupaba.
—Te hablo a ti... ¡a ti! ¿Sabes quién es este hombre? —Dharmaraj empezaba a rugir.
—¿Cómo no iba a saberlo, maharaj? ¿Quién no conoce al señor profesor? Es una celebridad —dijo ella.
—Shaama, ustedes dos volverán a nacer en la Tierra, en la forma humana. Preguntamos al profesor a quién elegiría como su compañera en la nueva vida y nos dio tu nombre. ¿Te parece aceptable? Si nos confirmas que ése es tu deseo, tu voluntad compartida será ejecutada hoy mismo, en este momento.