Читать книгу No olvido, recuerdo онлайн | страница 22

En la docencia, pedí licencia un año y regresé supuestamente mejor. Luego me llamaron para el área de menores y volví al reclusorio como subdirectora del Centro Tutelar (Centro de Observación y Diagnóstico para Menores). Continué en la administración hasta 1997, cuando llegó una nueva administración y hubo cambios. Quedamos fuera mucha gente con experiencia, pero, bueno, también llegaron otros y supongo que aprendieron, y si no, tuvieron que pasar momentos difíciles, como nosotros.

En ocasiones me encontraba en el camión a internas que ya habían salido y me saludaban: «¿Cómo está, ya no está en la penal?» «¿Fulanita salió? ¿Zutanita salió?» Alguna vez, también en el camión, me tocó ver a una carterista. Acompañada de dos o tres sujetos, yo sabía a qué iba. La conocía porque ella me había dicho en una entrevista qué hacía, cómo y con quién estaba relacionada; cómo entraba y salía y cómo tenía la protección de gente de aquí. Ella tenía a sus hijos en colegios muy caros de la Ciudad de México. A veces me he enterado de que alguna interna apareció muerta y muchas otras historias.

Cuando usted regresó de México, ¿se dedicó otra vez a la docencia?

Volví revitalizada y, por supuesto, regresé a la docencia. Para mí, los alumnos siempre han sido un impulso de vida. Treinta y tres años permanecí dando clases.

Supongo que toda esa experiencia para los alumnos resultaba triplemente enriquecedora, porque su profesión era su pasión.

Así es. En algunas evaluaciones que aún conservo, sabe Dios desde hace cuántos años, los alumnos expresan: «Por usted conocí el trabajo social, por usted me quedé en el trabajo social». «Maestra, ¿se acuerda cuando nos llevó a...?» No me acuerdo, a lo mejor a algún lugar de policías o alguna celda de detenidos o algo así. «Maestra, yo me di cuenta de que quería trabajar en el campo». «Yo estaba muy indecisa, iba a dejar trabajo social, y cuando usted fue mi maestra me convencí y me quedé». «Yo, maestra, ¡por usted me quedé!» ¡Ah caray!, pues es muy agradable oírlo y pienso que es real, no tenían por qué decirlo.


Представленный фрагмент книги размещен по согласованию с распространителем легального контента ООО "ЛитРес" (не более 15% исходного текста). Если вы считаете, что размещение материала нарушает ваши или чьи-либо права, то сообщите нам об этом.