Читать книгу Salvos por gracia онлайн | страница 6

Ante un mundo que rechaza a Dios como Creador, y encuentra en la teoría de la evolución la mejor explicación para comprender el origen de lo existente, respondemos al divino mandato del Señor, de observar su santo día de reposo, porque ese día es el que recuerda a Dios como creador del cielo, de la tierra, del mar y de todas las cosas que en ellos hay” (Éxodo 20: 11–17), y en Apocalipsis 14:7 el mensaje del primer ángel ordena: “Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado, y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” ¿Y de qué forma adoramos a Dios como CREADOR? Observando el único mandamiento que lo proclama como tal. El sábado como día de reposo fue establecido por Dios como un recordatorio de su obra creadora, que es justamente lo que proclama el primer ángel de Apocalipsis, y pocos versículos después concluye: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”, (Apocalipsis 14:12).

Hace algunos años, en un programa televisivo, un pastor evangélico muy conocido hablaba de la ley de Dios. Yo no tenía más de diez años y recuerdo claramente aún la imagen, en un momento, encorvó su espalda simulando llevar sobre ella un gran peso que lo hacía tambalear, mientras decía que muchos cristianos caminan así por la vida, tratando de cumplir con la ley, y llevando sobre sí, un pesado yugo, haciendo referencia a los diez mandamientos. Pero si este pastor hubiese entendido que la ley de Dios es un espejo que nos muestra el pecado y nos lleva a Cristo, habría tenido el poder del Espíritu Santo, para vencer cuando llegó la tentación. Pero como él consideraba que la ley ya no existía para el cristiano, poco tiempo después, fue sorprendido en adulterio, pecado que con vergüenza debió reconocer públicamente, abandonando su tarea pastoral.

Jamás puede considerarse un pesado yugo a la ley que es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (Romanos 7:12). Y si realmente esta santa ley es imposible de cumplir, ¿Qué haremos en la eternidad si nos encontramos entre los redimidos? Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago permanecerán delante de mi… así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre… y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mi dijo Jehová”, (Isaías 66:22–23)


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