Читать книгу No olvido, recuerdo онлайн | страница 43

¿Su hijo estudió también en la Universidad de Guadalajara?

Claro, somos «UdeG» por completo, hasta la perrita que está afuera lo es. Mi hija le tejió un suetercito para el invierno que dice «UdeG».

La Universidad de Guadalajara lo nombró Maestro Emérito, ¿qué sintió?

Fue en 2006, tengo entendido. Representó una gran oportunidad para expresar en público mis inquietudes de orden humanístico. Para mí, uno de los hombres modelo es Bertrand Russell. Él decía que lo que más lo había motivado en la vida era la ciencia y el amor a los demás. Hice una alocución a ese respecto en la que decía que lo estaba tomando como modelo porque yo quisiera ser, aunque fuera un poco, como él. Fue un inglés que murió a los noventa y seis años, y todavía un año antes de morir dio un discurso incendiario en contra de las pasiones derechistas y conservadoras en Inglaterra.

Su familia, ¿qué le dijo?

Estaban calladitos, pero con la sonrisa de oreja a oreja. No me comentaron nada, pero sentían orgullo y satisfacción.

Si hiciéramos una comparación de cuando usted entró a la Universidad y ahora, ¿cuál es su sentir?

La Universidad ha tenido el mérito de haberse dejado conducir por gente que ha merecido dirigirla. Me refiero a Carlos Ramírez Ladewig, a Raúl Padilla y a Trino Padilla, a estos dos los admiro mucho. La creatividad de Raúl es increíble; su concepto del Centro Cultural de la Universidad, sus logros del Auditorio Telmex y la biblioteca, que es una maravilla de institución, ya está equipada. Aparte, recordemos que Raúl Padilla fue el que más impulsó la descentralización; la Universidad tiene ocho o más sedes en el interior del estado, una delegación en Los Ángeles, California. Todo es obra de Raúl, también la enseñanza departamental. Le debemos mucho y a quienes han estado en contra de él nada más les ha faltado preguntarnos a los universitarios qué opinamos de él.

Hay que recordar que su hermano, Trino, recibió una ovación cuando leyó su último informe. Es al que se ha ovacionado más, por su gran labor. De modo que hay líderes y eso es mérito de la Universidad, el saber escogerlos. Les llaman conductores morales; yo, líderes, que están al frente para bien y para mal.


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