Читать книгу Paisaje de la mañana онлайн | страница 19

Imagino que pocos profesores defenderán el discurso callejero como digno huésped de las páginas de un autor importante, olvidando que Oswaldo Reynoso y Mario Vargas Llosa son clásicos peruanos que han enaltecido nuestra literatura contemporánea, gracias, entre otras bondades, a la recreación del lenguaje popular en su narrativa. Y que en la primera mitad del siglo pasado los escritores Ricardo Palma y José Diez Canseco honraron también el habla popular en sus Tradiciones peruanas y sus Estampas mulatas, respectivamente. Y que antes, en nuestra Colonia, el poeta Juan del Valle y Caviedes tampoco tuvo pelos en la lengua y escribió con la punzante picardía del hombre de la calle. Y si prefieren ejemplos de la literatura universal clásica, desde lejos y muy cerca nos observa Miguel de Cervantes Saavedra, soldado y genio literario, oído atento a las habladurías de su época; el insolente François Villon, compositor de “La balada de los ahorcados”; el humanista Giovanni Boccaccio, prodigo en cuitas e indecencias; el ladino y secreto autor de Lazarillo de Tormes (1554), un testimonio despellejado e ingenioso de una vida de perro. En cada una de aquellas obras brilla el lenguaje popular en su mayor esplendor.

Podríamos enlazar algunos casos de la literatura infantil; los cuentos de tradición oral, por ejemplo, como los recopilados en Alemania por los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm en su volumen Cuentos infantiles y del hogar —que publicaron en varias entregas, desde 1812 hasta la última supervisada por ellos en 1857 y que contiene alrededor de doscientos relatos— o los reunidos por José María Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos en Mitos, leyendas y cuentos peruanos, recogidos de las escuelas públicas del país y que fue publicado originalmente en el año de 1947 por la Sección de Folklore y Artes Populares del Perú del Ministerio de Educación. Y un caso de literatura moderna, escrita por autor, tal vez resulte suficiente para demostrar la presencia del lenguaje popular con estatuto literario: Las aventuras de Pinocho (1883), de Carlo Collodi, un portento de travesura y dicción coloquial.


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