Читать книгу La Reina Roja онлайн | страница 19
Farley parpadea, sin cambiar de expresión.
—La seguridad tiene un precio, niña.
—Todo tiene un precio, niña —irritada, imito su tono—. Nadie lo sabe mejor que yo.
Un largo silencio se extiende por el carromato. Puedo sentir que la noche se acaba y se lleva unos minutos preciosos de la vida de Kilorn. Farley percibe sin duda mi malestar e impaciencia, pero no se apresura por hablar. Después de un rato que parece eterno, al fin abre la boca.
—La Guardia Escarlata acepta, Mare Barrow.
Tengo que reunir toda mi compostura para no saltar de alegría en mi asiento. Pero en ese momento algo me da un tirón e impide que una sonrisa cruce mi rostro.
—El pago será íntegro, por el equivalente a mil coronas —continúa Farley.
Esto me deja casi sin aliento. Hasta Will se muestra sorprendido, y la expresión en su rostro hace que sus esponjosas cejas blancas se oculten bajo su cabello.
—¿Mil? —consigo exhalar.
Nadie maneja esa cantidad de dinero, no en Los Pilotes. Eso alcanzaría para alimentar a mi familia durante un año. Durante muchos años.
Pero Farley no ha terminado aún. Tengo la impresión de que le gusta esto.
—Se puede pagar en billetes, tetrarcas o el equivalente en trueque. Por cabeza, desde luego.
Dos mil coronas. Una fortuna. Nuestra libertad vale una fortuna.
—Tu cargamento partirá pasado mañana. Deberás pagar entonces.
Apenas puedo respirar. Tengo menos de dos días para acumular más dinero del que he robado en toda mi vida. Imposible.
Pero ella no me da tiempo para protestar.
—¿Aceptas las condiciones?
—Necesito más tiempo.
Farley sacude un tanto la cabeza. Cuando se inclina sobre mí, me doy cuenta de que huele a pólvora.
—¿Aceptas las condiciones?
Es imposible. Es aberrante. Es nuestra mejor oportunidad.
—Sí, acepto.
Los siguientes minutos transcurren en forma confusa mientras marcho penosamente a casa a través de sombras turbias. Mi mente arde, busco el modo de hacerme de cualquier cosa que alcance una suma similar a la exigida por Farley. No hay nada así en Los Pilotes, de eso estoy segura.